miércoles, 8 de abril de 2015

Foto de un usuario.
El salario de los obreros dominicanos se ha mantenido estancado durante los últimos cuatro años, y ha perdido, según cálculos del Banco Central, el 30% de poder adquisitivo; los empleados públicos de menor ingreso, que constituyen el 90%  de la abultada nómina pública ganan menos de 10 mil pesos mensuales, y  los empresarios de la harina acaban de incrementar el "pan de agua", el más barato, el pan de los pobres, en un 40%.
Los jueces del Tribunal Constitucional y los del Tribunal Superior Electoral,  preocupados por la perdida del poder adquisitivo de sus ¨magros¨salarios, decidieron darle una mordida a los fondos públicos, elevando sus salarios.  Ahora el juez presidente del TC ganará 438 mil más 110 mil para viáticos. El salario de sus pares sigue la misma suerte. De manera que el salario de un juez es 60 veces mayor que el de un obrero, y no le alcanza, y el del infeliz obrero se queda estancado y le aumentan el pan de agua. 
Mientras eso sucede en las alturas de la burocracia dominicana,  los "líderes" sindicales,  hace 20 meses que discuten con los empleadores un aumento del salario, cuyo mínimo más elevado se aproxima a los 9 mil 500 pesos.
Los magistrados justificaron el incremento aduciendo que se trató de un ajuste por inflación, una simple indexación, aunque indexaron mal, pues la inflación fue de un 3%  y se aumentaron el 8%.  Como el obrero no tiene dolientes en la República Dominicana, sus deprimidos salarios, que apenas cubren un tercio de la canasta familiar básica, nadie los indexará, y corren el riesgo que de recibir un pírrico aumento, tengan que renunciar a derechos adquiridos, y hasta ver extendida su jornada laboral, tal cual es la pretensión de los patronos.
La iniciativa de los jueces y varios sentencias favorables a funcionarios corruptos muy cercanos al ex presidente Leonel Fernández, tiene a la población dominicana en ascuas, y el enrarecido panorama está preñado de señales ominosas, a lo que se suma el fuego que achicharra las entrañas del partido en el gobierno, cuyos dos líderes principales, el ex Presidente Leonel Fernández y el actual Presidente, Danilo Medina, en busca de volver o seguir en el poder, mueven sigilosos las piezas de sus tableros, en un juego posicional que amenaza con transformarse en un enfrentamiento abierto.
En estos momentos el horno no está para galleticas,  pero se percibe un auspicio despertar de la adormecida clase media, que al sentir en carne propia las embestidas económicas del gobierno, parece que ha decidido tirarse a las calles. 
Yo, pensionado de la Suprema Corte de Justicia,  descendiente de los aborígenes, para no quedarme fuera del juego voy a reclamar la correspondiente indexación de mi pensión, tomando en cuenta los tres últimos aumentos que han recibido lo jueces , tal y como lo establece el Reglamento que nos rige, y el ajuste por inflación. 

Cuando rechacen la solicitud, pues eso es lo que espero del Consejo del Poder Judicial y del Pleno de la Suprema Corte de Justicia, acudiré al Tribunal Constitucional, que ya sentó jurisprudencia, y espero que el resto de los pensionados y de todos los trabajadores dominicanos hagan lo mismo, y aprovecho para exhortar a todos los trabajadores del mundo, que inicie la organización de su agenda de lucha, pues en todos los países y en todos los regímenes, la alta burocracia se enriquece a costa de los sacrificios de sus ciudadanos.

He consultado a los chamanes, y nos va a ir bien. Los chamanes nos exhortan a la acción, sin titubeos y sin miedos. 

¡Inundemos a la administración pública de recursos!

¡ Obreros, exijan a los empleadores la indexación salarial!
¡Agotemos cuantos nos reconozca la ley!
Y si nadie nos oye, ¡todos al Tribunal Constitucional!
Y si el Tribunal Constitucional falla en contra, entonces declaremos disuelta la República inicua, y tirémonos a las calles a barajar de nuevo,pues resulta imposible aceptar pasivamente que los jueces se sirvan con la cuchara grande, lo justifiquen, y condenen a la masa pobre a la iniquidad perpetua.
El salario del obrero, en los últimos tres años, según el Banco Central, debido a la inflación ha perdido el 27% de su valor. ¡Y quién se lo indexa?
Al contrario, sus empleadores pretenden aumentar el horario de trabajo y congelar el salario y suprimir derechos laborales, y para que sean más pobres, los empresarios de la harina le suben 2 pesos al pan de agua.
¡Donde, diablos, está la sensibilidad y el sentido de justicia social de nuestros jueces?
EL MOVIMIENTO NACIÓN TAINA (MNT) VA PARA LAS CALLES.
¡NO MÁS ATAJAR PARA QUE LOS ALTOS FUNCIONARIOS MUERDAN CON AVARICIA EL PRESUPUESTO NACIONAL!
Victor D´Ocoa